miércoles, 11 de enero de 2012

Reflexología podal, eficacia contra el estrés y la ansiedad.

Reflexología podal, eficacia contra el estrés y la ansiedad.

Cada punto del pie corresponde a un órgano concreto y ese órgano corresponde a un determinado sentimiento o emoción. Así el hígado corresponde a la ira y a la rabia, los riñones pertenecen al miedo, el estómago a la digestión de emociones…

En la práctica observamos como un órgano que se encuentra sobrecargado o débil en su localización de la planta del pie muestra una pequeña tensión y el paciente manifiesta dolor en esa zona concreta. Resaltar también como casi todas las personas manifiestan dolor tensión en la zona reflexológica del plexo solar, territorio correspondiente al diafragma y al estómago, donde metabolizamos las emociones.Con el masaje reflexológico sedamos o tonificamos cada órgano en la medida que lo necesite, consiguiendo de este modo trabajar desde dos ángulos terapéuticos distintos: el aspecto físico de ese órgano y su correspondencia psico-emocional, haciendo una terapia más profunda y holística. 
La experiencia de la aplicación de la Reflexología podal me lleva a la afirmación de su gran utilidad en los procesos en los que hay un alto grado de estrés y ansiedad, y aun mayor entendimiento y gestión de las emociones por parte de la persona que las padece.
 Por poner un ejemplo, una persona que tiene tendencia hacia el enfado (exteriorizandolo o no), manifestará dolor a la palpación en el punto reflexológico del hígado, órgano que como hemos comentado anteriormente según la medicina tradicional china está unido a la ira, la rabia el enfado,…Tratando ese punto, entonces, trabajaremos a nivel físico, sedándolo, y a nivel psíquico- emocional haciendo que la persona tenga una mejor asimilación de esa emoción. Incluso llegar a exteriorizar situaciones traumaticas del pasado o presente que le han echo llegar a tal estado.

El estrés y la ansiedad son dos términos que se suelen asociar y muchas veces es dificíl diferenciarlos. Sin embargo, la ansiedad, relacionada solamente a las emociones puede ser el paso previo al estrés, que es una reacción física o psicológica. No deberiamos de olvidar que no solo padecemos estres o ansiedad los adultos. Hoy día, existe un porcentaje muy alto de niños y adolecentes que la sufren.



La principal diferencia entre ambos es que el estrés puede provenir de cualquier situación que nos afecte porque no podemos manejarla.
La ansiedad es un sentimiento de miedo y lo más usual es no saber de dónde proviene, con lo cual puede empeorar la situación.
Los tipos más comunes son el trastorno de ansiedad generalizada fobias específicas, trastorno obsesivo-compulsivo y fobias sociales.
La presencia de estos trastornos en las personas aparecen y desaparecen, y se dan en la vida diaria, afectando el desempeño en sus actividades o relaciones personales.




Estrés, ansiedad, miedo, nerviosismo, irritabilidad. Todas estas consecuencias de un ritmo de vida cada vez más cargado de prisas e incertidumbre afectan a  un sistema que aunque nos parece que tenga poco que ver con los pensamientos y las emociones, está muy ligado a ellos: el digestivo.

El estómago junto con el cuello, los hombros y la espalda, el punto del organismo donde más se somatizan los problemas y conflictos de la mente, es decir, donde una alteración de origen psíquico se transforma en otra de base orgánica y funcional.

Ante un problema que sentimos que nos supera, se nos detiene la respiración, se nos anuda el estómago y sentimos una punzada en la zona abdominal. Si los problemas son permanentes, aparecen problemas más molestos, como el reflujo gastroesofágico, mal aliento, aerofagia, digestiones pesadas y lentas, y estreñimiento, hasta una persistente sensación de acidez y ardor estomacal.

Demasiado estrés o una respuesta fuerte al estrés es dañina. Esto puede predisponer a tener una  salud general deficiente, al igual que enfermedades físicas y psicológicas específicas como infección, cardiopatía o depresión. El estrés persistente puede llevar a que se presente ansiedad y comportamientos malsanos como comer demasiado y consumir alcohol o drogas.


La ansiedad a menudo se presenta acompañada de síntomas físicos tales como:

Dolor abdominal (puede ser el único síntoma de ansiedad, especialmente en un niño)
Diarrea o necesidad frecuente de orinar
Mareo
Sequedad en la boca o dificultad para deglutir
Dolores de cabeza
Tensión muscular
Respiración rápida
Frecuencia cardíaca rápida o irregular
Sudoración
Fasciculaciones o temblores
Algunas veces, otros síntomas acompañan a la ansiedad:

Disminución de la concentración
Fatiga
Irritabilidad, incluyendo perder los estribos
Problemas sexuales
Dificultad para dormir y pesadillas
La ansiedad puede ocurrir como parte de un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad son un grupo de afecciones psiquiátricas que involucran ansiedad excesiva e incluyen:

Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno obsesivo-compulsivo
Trastorno de pánico
Trastorno de estrés postraumático
Trastorno de ansiedad social
Fobias específicas
Causas comunes
Ciertas drogas, tanto psicoactivas como medicinales, pueden llevar a que se presenten síntomas de ansiedad, ya sea debido a los efectos secundarios o a la abstinencia de la droga.